Cultura castrexa

Desde lo final de la Edad de Bronce y hasta la llegada de los romanos, Tordoia conserva multitud de vestigios de sus primeros pobladores a través de los castros, al igual que la mayoría de pueblos del noroeste peninsular que finalizaron conformando la Gallaecia romana. Estos castros catalogados se encuentran distribuidos por todo el municipio. En este, al encontrarse como un territorio de paso para las conquistas, no fueron trastocados por el hombre, ainda que el tiempo sí que les causó bastante deterioro.

En el Ayuntamiento de Tordoia pueden encontrarse numerosos castros, como el de Leobalde o el de Oleiros, y aunque se encuentran medio enterrados o confundidos con el paisaje, conservan la magia. Pertenecen a la Edad de Hierro que se data a partir del primero milenio antes de cristo.

A pesar de las alteraciones producidas por el paso del tiempo y el trabajo de la tierra, el legado arqueológico del municipio ofreció nuevas piezas obtenidas tanto en excavaciones como en hallazgos fortuítos durante la última década, encontrándose distribuido mayoritariamente entre los museos gallegos, ainda que se sospecha que se conserva alguna pieza en museos del Reino Unido.

Existen en Galicia más de doscientos lugares que llevan el nombre de Castro en diferentes variables, y como no, en Tordoia puede encontrarse una aldea con esta denominación en la parroquia de Gorgullos.

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